Es ya muy sabido que nuestro poder judicial se convirtió en estos últimos treinta y tantos años de gobiernos de tipo neoliberal en uno de los poderes judiciales más corruptos del mundo. Es una costumbre ver en los medios que de nueva cuenta se le concedió un amparo a x criminal, a x traficante de influencias, a un violador, a un empresario corrupto, a un pederasta, a un líder de cartel de la droga, etc.
Estamos acostumbrados a que los jueces favorezcan muy seguido a presuntos criminales o que mantengan determinados privilegios a personas con mucho dinero, como lo fue el caso de Salinas Pliego y su falta de pago de impuestos; o el juez que le descongeló las cuentas a la esposa de Genaro García Luna; o el caso del amparo otorgado a el hermano del Mencho; o el amparo que casi le otorgan a el Chapito para evitar que fuera extraditado, entre otros muchos casos. Relatos como estos hay a cada rato y se extienden a todos los ámbitos, pero no nos vamos a clavar en esto por el momento.
La Reforma al poder judicial propone como modificación más importante la manera en que los ministros, magistrados y jueces llegan a sus cargos, propone que no sea por elección indirecta sino por elección popular directa, es decir de la misma manera en que se eligen a los miembros de los poderes Ejecutivo y Legislativo. La intención de la reforma es que la gente elija a los que se encargan de aplicar y verificar que se aplique bien la ley.
Los cambios que proponen la reforma son de fácil acceso y por sí mismos parecen muy buenos: reducir el tiempo que duran los ministros, que ganen no más que el presidente, quitar privilegios y pensiones vitalicias, pasar de dos salas a solo una y que todas las sesiones y deliberaciones sean públicas, plazos máximos para resolución de casos, entre otros. En un análisis honesto, son cambios buenos.
Sin embargo, en una nota de CNN se nombra un estudio hecho por el Laboratorio de Impacto sobre el Estado de Derecho de la Facultad de Derecho de Stanford, La Barra Mexicana – Colegio de Abogados, y el Diálogo Interamericano, el cual sostiene que las propuestas enviadas por el Ejecutivo constituyen una amenaza directa a la independencia judicial, violan estándares internacionales y socavan la democracia en México.
Analicemos brevemente este estudio del Laboratorio de Stanford para divertirnos un poco.
¿Constituye una amenaza directa a la independencia del Poder Judicial? ¿Viola estándares internacionales? La Reforma no cambia la autonomía del Poder Judicial y su función de impartir justicia y preservar el orden constitucional, en ninguna parte de la Reforma se habla de restarle independencia a la rama judicial. En lo que respecta a los estándares internacionales, es curioso que en este mismo documento los autores mencionan que las mismas Naciones Unidas han recomendado que los procesos de selección garanticen la participación efectiva de la sociedad civil y los ciudadanos, - ¿algo así como que vote la gente por los jueces y magistrados? –.
Hay que destacar también que los que escriben este documento usan el concepto “podría” - como 15 veces – para insinuar que la reforma está mal, lo cual por sí mismo es tramposo, ya que no prueba ni comprueba que esto o aquello sea o pueda ser cierto, no confirma que habrá alguna violación real, por lo cual, y por cuestión de espacio no vemos muy importante ahondar en sus especulaciones, porque siguiendo la lógica de ellos de hecho Godzilla “podría” llegar mañana a México o la Luna “podría” efectivamente ser de queso. Sin embargo, lo invitamos a que usted mismo le de una checada a ese documento.
Ahora, y la más importante a nuestro parecer, ¿que la Reforma Judicial socava la democracia? Aquí si no tienen ni de donde agarrarse, porque ¿qué más democrático que un Poder Judicial que es elegido por sus ciudadanos? O ¿existe algún método más democrático que el de la elección directa?
Con esta reforma se cambia la manera de elegir a los jueces, ministros y magistrados.
Actualmente para la elección de ministros el Presidente manda una terna de candidatos al Senado y solo el Senado aprueba a uno, y si no hay acuerdo el Presidente decide. Todos los magistrados y jueces son nombrados únicamente por el Consejo de la Judicatura Federal, este órgano es el que checa que el Poder Judicial se dirija sin corrupción ni trampas, ¿sabe usted quien dirige este órgano judicial?: el mismo ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia. ¿Interesante verdad?
En la Reforma Judicial se plantea que los candidatos a ministros y magistrados a nivel nacional sean propuestos 10 de ellos por el Poder Legislativo, 10 por el Poder Ejecutivo y 10 por el Poder Judicial, para después pasar a ser votados y elegidos por los ciudadanos.
Viendo las dos opciones, la actual y la nueva, ¿qué opción es para usted más democrática para escoger a los ministros?
También no olvidemos que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 39 establece que la soberanía de nuestra nación reside esencial y originalmente en el pueblo, es decir, que la autoridad máxima de decisión es la población por encima de todos los demás poderes (léase el texto total del artículo 39). Entonces ¿cómo y por qué está mal que el pueblo elija a sus jueces? Es obvio que los jueces en los últimos sexenios se volvieron dependientes de empresarios ricos, grupos criminales e intereses creados, lo cual nos lleva a pensar, cuando estos críticos dicen que el poder judicial debe de ser independiente: ¿exactamente de quién quieren que sea independiente el poder judicial?, o en su opinión, ¿el poder judicial ha demostrado ser independiente de intereses privados? ¿O quizás más bien es y ha sido independiente del pueblo y de la justicia misma? Y ¿qué exactamente tiene de malo que ahora dependa del pueblo y de su voto, que es en donde reside la Soberanía de la Nación?
Si uno se basa en estos estudios de universidades renombradas - de países extranjeros que hablan inglés - pareciera que de plano está mal que la población escoja a sus jueces y gobernantes, y que está muy mal que los jueces ahora tengan que responder al mandato y los intereses legítimos del pueblo y no a los intereses de los empresarios o criminales - o minorías, como les gusta llamarlos - y demás grupos de poder como se ha demostrado que ocurre actualmente.
Que el pueblo elija a los jueces es el cambio que "escandaliza" a los expertos, teóricos, estudiosos y comentaristas. Como según Milenio Noticias, comenta en su calidad de experto el Magistrado Felipe de la Mata Pizaña, es una mala idea elegir a los jueces por elección popular. Muchos de estos “expertos” dicen que el pueblo no tiene la capacidad de determinar quién es mejor para estos puestos; que son demasiados jueces; que, si de por sí mucha gente no vota, ¿por qué habrían de votar ahora también por sus jueces?; que son demasiados cargos para esperar realísticamente que la gente tenga ganas y tiempo de votar, mucho menos reflexionar su voto etc.
Detengámonos a pensar estas cosas y analicemos, porque da la impresión de que lo que origina estos comentarios viene del mismo lugar oscuro del cual venia el argumento de que los negros no podían tener derecho a votar; los argumentos más o menos eran los mismos, que no tenían capacidad, tiempo, cultura o no era algo que les incumbiera o interesara. Muy parecido también a los argumentos que se ejercían para no permitir el voto de la mujer, todos giraban en torno a esa idea de falta de capacidad del pueblo para participar en estos asuntos.
Sería bueno reflexionar, ¿apoyaría la gente que estuvo en favor de estas ideas arcaicas a la Reforma al Poder Judicial?, lo dudamos.
Después de esta información, en su opinión, ¿es verdad o mentira, que la Reforma al Poder Judicial es una amenaza al Poder Judicial y a la Democracia?🤔
Notas y documentos relacionados:
Reforma al Poder Judicial https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/892010/REFORMA_AL_PODER_JUDICIAL__2_CS.pdf
¿En qué consiste la reforma judicial que impulsa el Gobierno de AMLO en México?
Una amenaza a la independencia judicial
Mala idea, elegir jueces por elección popular, pero es lo que el pueblo decidió: magistrado