“Esto es lo que hemos logrado… estamos a punto de dejar de comprar gasolinas (en el extranjero), ayuda mucho porque si tenemos precios bajos en las gasolinas, tenemos precios bajos en las mercancías, en los alimentos y tenemos control de inflación”. AMLO
En el artículo anterior hablábamos de la importancia que tiene para las personas y los pueblos el ser autosuficientes, es decir, contar con la mayor cantidad de recursos de todo tipo para poder hacernos cargo de nosotros mismos y no depender de nadie. Esta idea aplica muy bien a los alimentos y también a los combustibles.
Pero exactamente, ¿qué es ser autosuficiente en combustibles para México?: que la totalidad de los combustibles que se necesitan para la población y la industria de nuestro país sean producidos dentro del territorio nacional y por empresas nacionales; esto a través de extraer y procesar nuestro petróleo crudo para convertirlo en gasolinas, diésel y turbosina y no comprar en el extranjero ningún producto refinado.
Sin adentrarnos en un debate técnico, la idea de autosuficiencia es una idea de sentido común, es no depender de nadie para satisfacer una necesidad específica, en este caso la de obtener gasolinas. Es no tener que buscar a otro, o hacer contratos con otros para que nos vendan combustibles, más aún si contamos con grandes yacimientos de petróleo. Es tener control total sobre el petróleo que extraemos y sobre la capacidad que tenemos de convertirlo en gasolina, diésel, turbosina y gas LP.
Desafortunadamente como el modelo neoliberal depende directamente de la extracción/saqueo de materias primas a los países “en desarrollo”, esta idea de autosuficiencia es muy combatida por los “expertos”, quienes casi siempre son entrenados en universidades extranjeras - sobre todo - y son impulsados/pagados por organismos extranjeros y empresas transnacionales. Su argumento o choro principal para “convencernos” es el de que ¿para qué hacer algo en México si lo podemos comprar más barato en el mercado global?, ¿para qué refinar petróleo, si le podemos comprar productos refinados a Estados Unidos o algún otro país?, ¿para qué invertir en tecnología para producir combustibles si sale más barato comprarlos afuera?
En nuestro artículo anterior sobre la autosuficiencia alimentaria, explicamos con ejemplos históricos como el dicho que dice que lo barato sale caro es muy verdadero. En el caso del petróleo y los combustibles, si asumimos como política que - por ser más barato- debemos de comprar los combustibles afuera y no producirlos nosotros, quedamos a expensas y dependientes de otros países y perdemos con ello toda la industria, el empleo y la investigación tecnológica en este sector tan indispensable.
Y no solo perdemos nuestra capacidad tecnológica, también el no ser autosuficientes en combustibles nos arriesga a no tener control sobre los precios de las cosas, ya que las compañías privadas que nos venden combustibles suben los precios cuando quieren y al subir el precio del combustible sube el precio del producto: alimentos, medicinas, materias primas y demás. Al final, absolutamente toda la industria depende de los combustibles para funcionar.
Si a alguien le queda duda, la pandemia y las guerras en otros países dejaron más que claro que el depender de otros para cuestiones tan básicas como alimentos y combustibles es muy peligroso. El hecho es que este modelo de dependencia es un desastre global, todos los países que lo siguieron, sin excepción, están en graves problemas.
Por lo tanto, tenemos que usar el sentido común, ya que el entorno global es muy cambiante y peligroso. En estos momentos de la historia, ¿no sería buena idea tener control sobre los productos refinados que nos aseguran el transporte tanto humano como de carga?, ¿no sería inteligente tener control o poder regular el precio de la gasolina y el diésel que se usa para los camiones que mueven los productos que compramos en el supermercado, para que estos no sufran aumentos a sus precios producto de que el flete es muy costoso?, ¿siendo realistas, nos conviene comprarle la gasolina a productores extranjeros?, ¿tenemos pruebas a nuestro favor de que hay seguridad en los mercados globales, que siempre vamos a tener acceso a estos recursos de manera ininterrumpida? ¿No se vuelve el acceso a los combustibles más seguro y barato, si simplemente lo producimos en México?
Entonces, después de reflexionar y de darnos cuenta de lo arriesgado que es para un país NO ser autosuficiente en lo más básico ¿qué es lo que puede llevar a los “expertos” a decir que NO ser autosuficiente es el modelo a seguir? Aparte de la buena paga y los regalos, ¿qué los impulsa y por qué existe en general la idea de que debemos mantenernos como país exportador de crudo e importador de gasolinas? - Que en la práctica es tan tonto como producir naranjas, venderlas y terminar comprando jugo de naranja -.
Consideramos que hay dos razones fundamentales.
Una arraigada baja autoestima mexicana.
Intereses financieros y sus juegos malintencionados
Sobre la baja autoestima mexicana.
La baja autoestima mexicana viene de mucho tiempo atrás y se volvió esencial para creerse la mentira de que hay que comprar afuera y depender de otros. Viene desde la conquista, cuando España impuso el sistema de castas para organizar a la sociedad de la colonia, que consistía en que entre más blanco o europeo pudieras comprobar que eras, más arriba estabas en el estrato social.
Este sistema perduró por siglos y dejó una huella psicológica en muchas personas y en sectores amplios de la sociedad, era un modelo en el cual la gente literalmente y legalmente era menos si no era de tal color o podía probar que tenía herencia europea.
Esto arrasó con nuestra autoestima social, y esta baja autoestima se heredó de generación en generación. Esta se expresa actualmente con la fascinación de querer ser de otro país – de los EU, sobre todo - o sentirse especial si hablamos o decimos algo en inglés, o si somos de ascendencia europea. Es visible este trauma psicológico y lo vemos y oímos en todas partes. Lo podemos observar cuando los comentaristas o la gente dicen frases tales como “pues ya sabes cómo somos los mexicanos”, o “en México dejamos todo para mañana” o como cuando se hacen exaltadas comparaciones de cómo en X país si son buenos y eficientes para algo y “nosotros no”; lo vemos cuando se usa el término “prieto” o “indio” para insultar y “güera” o “güero” para alagar.
Suena cómico, pero es muy real. Obviamente es importante destacar que no hay nada intrínseco en cuanto al valor de una persona por su color de piel, sea cual sea.
De vuelta al tema. Este trauma nos afectó tanto que cuando se dió la nacionalización de la industria petrolera en 1938, por parte del General Lázaro Cárdenas, el principal argumento que se lanzó en contra de esta era la evidente incapacidad del pueblo de México, de sus técnicos, de sus ingenieros y de sus obreros para poder manejar esta industria. El principal argumento en contra de la nacionalización se centró en el uso de esa imagen de inferioridad y baja autoestima; en esa idea de que los mexicanos no podemos llegar a la altura de las naciones avanzadas para administrar nuestros propios recursos. Esta idea está sustentada en el concepto de que somos una raza o nación que en esencia no tiene la capacidad para poder ser libres o autosuficientes, o que no puede por ejemplo elegir a sus jueces.
Estamos tan familiarizados con este concepto y ángulo en las discusiones que ya es muy normal que se piense que es indispensable la participación de empresas privadas o extranjeras en cualquier sector, si queremos que este funcione. Estamos acostumbrados a escuchar que los productos extranjeros son de mejor calidad, o que necesitamos a la inversión extranjera para salir adelante. ¿Cuántas veces no hemos escuchado a los comentaristas decir que el Estado Mexicano no puede, o que es muy incompetente y corrupto?, ¿o que solo la iniciativa privada puede hacer las cosas bien? ¿Qué es esto sino solamente decir que el Estado que nosotros elegimos, por cierto, es inferior en capacidad a otros? Y no es acaso esto, por extensión, ¿una manera de decir que los que lo eligieron son inferiores o incapaces también?
En un artículo del New York Times de 2019, escrito por la periodista Elisabeth Malkin, se citan comentarios de uno de esos llamados “expertos” en Pemex que residen en el extranjero y que estudiaron en universidades extranjeras: Lourdes Melgar, quien fue Subsecretaria de Electricidad e Hidrocarburos durante el Gobierno de Pena Nieto, estudio en los EU, es parte del Instituto Baker en Estados Unidos y bla…bla…bla, toda una “experta” bajo los estándares actuales. Entre otras cosas menciona: “Si el presidente hubiera mantenido la industria abierta a la inversión privada, México habría obtenido el conocimiento técnico y el financiamiento para desarrollar una gran variedad de recursos energéticos… ni Pemex ni la Comisión Federal de Electricidad, tienen el dinero para realizar la visión de López Obrador. Tampoco tienen el dominio de tecnologías como la perforación en aguas profundas o la energía renovable”.
(López Obrador apuesta por la industria energética, pero Pemex está en crisis - The New York Times (nytimes.com))
Tenemos que destacar que ella fue una de las principales promotoras de la Reforma Energética de Pena Nieto de 2013, la cual resultó ser un fracaso patético en términos de números y desempeño, pues ni se logró bajar el precio de la gasolina y dejó a Pemex en la bancarrota total. Esta experta, que más bien en términos precisos es, y con todo respeto, una inepta, proyecta este estado de la baja autoestima al insistir en que era necesario seguirle con el plan de que entrara la iniciativa privada, a pesar de que ese programa no rindió ningún fruto, sino todo lo contrario, hizo pedazos al sector. No olvidemos que esta iniciativa privada nos prometió producir hasta 3 millones de barriles diarios y al corte de 2018, no llegaba ni a los cien mil, pero eso sí, muchos contratos privados y dinero fácil a costa de Pemex.
La Reforma Energética de Pena Nieto fue un desastre en todos los sentidos y esto se demuestra claramente en la siguiente grafica y en todas las gráficas en la parte final de este análisis.
La gasolina subió casi 50 por ciento de precio y Pemex se endeudó como nunca en su historia de 84 mil millones a 129 mil millones de dólares. No es necesario un análisis profundo de algo tan dramáticamente inútil. Debe pasar a la historia como un error terrible que no debemos cometer otra vez y toda la gente que la promovió y apoyo en el gobierno y el sector empresarial debería de ser considerada como en extremo inútil y hasta peligrosa en términos de conocimientos sobre el sector energético, ¿o usted contrataría de nueva cuenta a gerentes que llevaron a su empresa a la quiebra?, ¿los recomendaría a otras compañías?
Teniendo estos datos, la proyección de la baja autoestima es todavía más grave y enfermiza al decir que, si México hubiera mantenido la industria abierta a la inversión privada, nos hubiera ido mejor. Repetimos: ¡lo hicimos! Por treinta años y fue un desastre, un fracaso extremo y aquí están las pruebas. Y que tiene de especial esta iniciativa privada, ¿que México no tiene escuelas, ingenieros, técnicos y a Pemex mismo, para desarrollar la tecnología? ¿Por qué les cuesta tanto concebir que podemos lograrlo? Pemex ya salió del abismo, cuando lo nacionalizaron en 1938 y lo hicieron técnicos mexicanos y manos mexicanas, nadie nos tuvo que venir a salvar. ¿En base a que, si ya lo hicimos antes, se fundamenta esa idea de que no podemos tener el dominio de tecnologías nuevas para exploración? Es triste que ella y muchas otras personas han sido adoctrinadas a tal extremo que no conciben que los mexicanos puedan lograrlo; es un pantano mental en el que están atrapados, en donde siempre seremos menos, por el simple hecho de haber nacido mexicanos.
Este estado mental también lo refleja Miriam Grunstein – otra experta citada en este artículo, que ya sabemos que es catalogada como experta por ser graduada en universidad extranjera – al decir que el presidente “de verdad cree que, si combate la corrupción y permite que buenas personas dirijan Pemex, todo estará bien” … “Es una idea fantasiosa porque es muy primitiva”. En qué estado psicológico se debe de estar para creer que combatir la corrupción y que buenas personas dirijan una empresa es “primitivo”. ¿Cuál es su opción?, ¿mantener a los expertos graduaos en Harvard para que hundan más a la empresa? Y curiosamente si, en gran parte si fue la corrupción y los malos dirigentes en Pemex los que provocaron su peor crisis. Durante 35 años aplicaron el modelo neoliberal de los contratos corruptos y leoninos a privados, de los moches, del huachicol, del trafico de influencias. Este modelo que ellas defienden fracaso a nivel global y lo resultados son visibles.
En este otro artículo, Ramsés Pech, otro experto sobre el tema sostiene que “hoy es complicado llegar a tener una soberanía energética real. Un país puede tener los recursos naturales, pero sin una tecnología para extraer, producir, transformar, y usar de forma eficiente, no podrá conseguirla” … “México no tiene independencia energética, depende de otros. Así mismo, no sabe aprovechar sus recursos naturales por la falta de una autosuficiencia energética y por no contar con la infraestructura necesaria para transformar dichos recursos para su consumo”.
Aquí por lo menos acepta que México tiene los recursos naturales para ser autosuficiente energéticamente pero que no cuenta con la tecnología para transformar dichos recursos y que es “necesario fomentar la investigación de nuevas tecnologías, desarrollar infraestructuras y permitir la participación de los distintos agentes del mercado y empresas privadas”. Ojo, este mismo mercado y empresas privadas que cita y que celebran el y la autora anterior - y como ya lo mencionamos -, es el mismo mercado que lleva más de 30 años metiéndose en Pemex, haciendo negocio y mandándolo a la quiebra. Este es el mercado que nos llevó a los gasolinazos, al colapso de la capacidad de refinación, al colapso de los pozos y que se quedó con todas las ganancias de los precios altos del petróleo a inicios de siglo, y que a pesar de esos precios altos e ingresos dejó a Pemex en la ruina, es decir, se robaron el varo. Pero la pregunta sigue siendo, ¿por qué se necesita de agentes del mercado y empresas privadas? ¿Por qué no - como ya se ha hecho antes - México por sí mismo no desarrolla dichas tecnologías? ¿Qué no podemos comprar la tecnología, rentarla u obtenerla como intercambio por materias primas? No cesan de decir que no se puede llegar a la autosuficiencia porque simplemente no hay refinerías suficientes, ósea, ¿que no las podemos construir?, ¿tenemos algún tipo de deficiencia biológica o mental como mexicanos que no nos permite tener las habilidades necesarias para construir un sistema de refinación más amplio? ¿Acaso nunca hemos construido una refinería?
La visión de estos autores refleja impotencia, falta de seguridad personal y de orgullo de ser mexicanos. Sufren de una inseguridad tal, que no les permite concebir que nosotros mismos podemos transformar nuestra propia realidad.
Sobre los Intereses financieros y sus juegos malintencionados.
Todos hemos visto o escuchado alguna vez que algún experto, empresa, asociación o alguna calificadora financiera critican o expresan su opinión acerca de que tan rentable es Pemex. Cuando uno escucha esto, es siempre recomendable preguntarse quién los dice, para quien trabaja y cuáles son sus fuentes. Pues siempre hay algún interés de por medio y son personas que trabajan para alguien o empresas que funcionan para sacar algún provecho económico.
Ya hemos hablado de los “expertos”, que pueden ser economistas y comentaristas de universidades con nombres rimbombantes principalmente del extranjero, pero ahora toca analizar a las famosas calificadoras de riesgo, ya que estas en los últimos años han sido muy críticas de Pemex. Por ejemplo, en el 2021 la agencia Moody’s redujo a “grado basura” la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex), de Ba2 a Ba3 y la mantuvo en una perspectiva negativa a corto plazo (Moody's degrada la calificación de Pemex a un nivel “basura” - 24 Horas (24-horas.mx)); y en 2024, según una nota de El Financiero, la calificadora Moody’s bajó de ‘golpe’ dos escalones la calificación de Pemex, al pasar de B1 a B3 con perspectiva negativa. (Moody’s ‘zarandea’ a Pemex: Rebaja su calificación y la deja a un paso de riesgo sustancial – El Financiero)
¿No cree usted que es muy curioso que estas calificadoras “expertas” califiquen tan mal a Pemex justo cuando este está en un proceso de expansión y mejoras? Pemex en los últimos años recuperó y aumentó su capacidad de refinación con la adquisición de la Refinería Deer Park en los EU y la Refinería Olmeca en Dos Bocas, duplicó su parque de pipas para transporte, frenó el huachicol, abrió más de 50 nuevos pozos de exploración, está a muy poco de tener la autosuficiencia en combustibles y se recuperó casi en su totalidad la capacidad del Sistema Nacional de Refinación, de 612 mil barriles diarios en noviembre de 2018 a 1 millón 159 mil barriles diarios en el 2023 (ver grafica en la parte final de este análisis).
¿Curioso cierto?, por lo tanto, es correcto preguntarnos ¿que son estas calificadoras y para quien trabajan? Estas agencias son empresas con fines de lucro que pueden dar una calificación de riesgo crediticio a empresas individuales, acciones, bonos del Gobierno, corporativos y otras entidades. Es decir, se dedican a “opinar” – tal cual, así lo dicen – sobre la capacidad de ciertas entidades para poder pagar sus deudas. Es decir, ellas determinan si se le puede prestar dinero a alguien y de a cuanto los intereses. Todo esto en base a sus “opiniones”. Ya de entrada esto suena poco confiable y muy fácil de arreglar a modo, ¿o no? Las tres más importantes en el mundo son Moody’s, Fitch Ratings y Standar and Poor’s: todas de los EU, controlan el 95% del mercado global en este rubro y tienen de accionistas a grandes corporativos financieros manejadores de empresas multinacionales y de deuda global como el grupo BlackRock, por lo que es obvio que hay conflicto de interés; recomendamos la nota del Clarín, donde se analiza quienes son estas calificadoras y que compañías e intereses están detrás. (¿Quién está detrás de las calificadoras de riesgo? (clarin.com))
A estas calificadoras se les paga por estas calificaciones, pues ese es su trabajo. Con este podemos, de nuevo, comprobar que hay un conflicto de interés, sigamos el dinero. Estas calificaciones pueden ser pagadas por empresas que quieren que se invierta en ellas o por algún interés prestamista que le pueda convenir que baje o suba la calificación de un país o empresa para prestarle dinero y hacer negocio. Las opciones son muchas y dependen de cuáles son los intereses de los que las contratan y cuánto dinero tengan. Entonces, ¿es posible que un banco o inversor de moche para que le califiquen bien o mal a un nuevo deudor?, ¿es posible que una compañía de moche para que califiquen mal a alguna empresa que le estorbe o que quieran presionar?, ¿o somos tan ingenuos para creer que estas prácticas no existen?
La campaña contra Pemex viene principalmente de ellas. Usemos la lógica: Pemex está haciendo todo lo posible para sacar adelante la producción y para tener un mercado más estable y redituable, y de la nada estas calificadoras se enfurecen, ¿por qué? Pedir prestado y endeudarse es lo último que una empresa quiere hacer, lo ideal es poder salir adelante con lo que uno produce y no tener que recurrir a deuda, como lo está haciendo la paraestatal. ¿Es posible entonces, que en base a la evidencia con la que contamos y que al ser esta la apuesta de Pemex y la 4T es por ello que hay una severa molestia en la comunidad de prestamistas globales?, ¿es posible que estén enojados por que Pemex quizás ya no les pida prestado?, ¿es posible que estas calificadoras estén haciendo el trabajo sucio de desprestigiar a Pemex para chantajear al gobierno o hacerlo recapitular y volver a los esquemas de endeudamiento donde las calificadoras y los prestamistas hacían su agosto y además ayudaban a empresas privadas a sacar provecho?
Si conectamos los puntos y los vínculos entre dichas calificadoras y empresas multinacionales es muy fácil ver que hay una conexión entre ellas, funcionan como una red o mafia muy bien organizada con grandes intereses económicos, que para incrementar sus ganancias y poder pueden coordinar campañas para desprestigiar y presionar gobiernos, empresas privadas y empresas nacionales como lo es el caso de Pemex.
DEMOSTRANDO QUE SI SE PUEDE
Los datos hablan de que Pemex ha sido efectivamente rescatada. La realidad es que la gasolina esta bajando de precio por primera vez, hay más pozos activos, se incrementó la producción y se está disminuyendo la deuda, la empresa está en expansión. Como lo dijo López Obrador, respondiendo a la campaña de los “expertos” en contra de la autosuficiencia mexicana, es falso que Pemex esté atravesando su peor momento, “cuando en realidad Pemex está en su mejor momento, se puede decir que se rescató a Pemex”, además, si la política neoliberal hubiera continuado, “estaríamos en quiebra, comprando petróleo, porque a esta gente antipatriota no le interesa el país”. (Pemex ha sido rescatada; la autosuficiencia llegará en 2025: Romero Oropeza - Proceso)
Y esta en lo correcto cuando menciona que parte de esta hazaña es que cuando inició esta administración, el 75 por ciento de la gasolina que se consumía en el país se tenía que comprar en el extranjero y actualmente, se produce el 75 por ciento en México.
Analicemos que ha sucedido con Pemex en la última administración, la cual se propuso rescatar a Pemex para lograr la soberanía y autosuficiencia en combustibles. El gobierno de AMLO ha manejado una estrategia que consiste en lo siguiente:
-Incremento de la capacidad nacional de refinación.
-Combate al Huachicol.
-Construcción de la refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco.
-Adquisición de la refinería Pemex-Deer Park, ubicada en Texas, Estados Unidos.
- Rehabilitación del Sistema Nacional de Refinación: modernización de las refinerías de Salamanca, Minatitlán, Madero, Cadereyta, Salina Cruz y Tula.
- Reactivación la planta coquizadora de la Refinería de Tula
Para no dejar duda hay que analizar la realidad, los datos y preguntarnos: ¿ha subido la producción de combustibles?, ¿ha bajado el precio de la gasolina?, ¿hay nuevos yacimientos siendo explotados?, ¿es mejor la situación financiera de Pemex?, ¿todo esto se ha hecho de manera soberana?
La respuesta a estas preguntas es si, y podemos respaldarlo con los siguientes hechos:
- Hay muchos nuevos campos petroleros. Pemex logró desarrollar 54 nuevos campos petroleros entre 2019 y 2024, lo que representa un incremento de casi seis veces más, en comparación con los ocho campos desarrollados durante la administración anterior. (Energy & Commerce | Pemex desarrolla 54 nuevos campos petroleros en 5 años (energyandcommerce.com.mx))
- Aumentó al doble la capacidad del Sistema Nacional de Refinación SNR. El procesamiento y refinación de hidrocarburos ha aumentado a más del doble de lo que se registraba al inicio del sexenio, al pasar de 612 mil barriles diarios en noviembre de 2018 a 1 millón 159 mil barriles diarios en 2023, contando la producción de la refinería de Deer Park, Texas. La meta es que en 2026 se procesen y refinen 1 millón 774 mil barriles, con la aportación de la refinería de Dos Bocas y de las coquizadoras que están en construcción.
- Aumentó la producción de gasolina, diésel y turbosina. Dicha producción ha pasado de 304 mil barriles diarios en noviembre de 2018 a 806 mil barriles en marzo de 2024 y se espera que a final del 2024 aumente a un millón 228 mil barriles.
- Aumentó el parque vehicular Pemex. Se ha renovado el parque vehicular de Pemex para la distribución de combustibles, al pasar de 726 pipas en 2018 a 2 mil 437 en 2023
- Disminución de la deuda de Pemex. La deuda de la paraestatal pasó de 129 mil 3 millones de dólares en 2018 a 106.8 millones de dólares en 2023, lo que significa una baja de 22 mil 500 millones de dólares o un 17.4 por ciento.
El resultado de la estrategia y de estos logros se traduce en la reducción real del precio de las gasolinas, del diésel y del gas LP, lo que nos lleva a controlar también los precios de los productos que consumimos. (Presume AMLO disminución de 7.3% en precio de combustibles - IMER Noticias)
Es importante destacar que el director general de Pemex, Romero Oropeza presentó un balance de la administración de la petrolera en lo que va del sexenio y entre otras cosas detalló que en 2025, cuando entren en operación al cien por ciento las coquizadoras de Tula y de Salina Cruz que están en construcción, se alcanzará la autosuficiencia en producción de gasolinas, pues todos los hidrocarburos que se produzcan en el país podrán procesarse. Lo cual no suena nada imposible después de analizar los grandes avances de la paraestatal en este sexenio. (La Jornada - Autosuficiencia en combustibles se alcanzará a partir de 2025: Romero)
Con la información presentada y después de analizar con nosotros, después de conocer un poco mas sobre que mueve a los expertos a estar en contra de la autosuficiencia - como su baja autoestima como mexicanos y los intereses financieros internacionales -, después de ver los resultados desastrosos de la Reforma Energética de Pena Nieto - basada en no invertir en nuestra industria y comprar en el exterior los combustibles- y con las pruebas y los datos duros de como Pemex se fortaleció durante el gobierno de la 4T durante los últimos 6 años y de cómo ya estamos a muy poco de ser completamente ser autosuficientes, usted que opina ¿ES VERDAD O MENTIRA QUE MEXICO PUEDE y DEBE SER AUTOSUFIENTE EN COMBUSTIBLES? 🤔